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28 ago 2011

Tengo miedo por Libia


« El futuro empieza ahora » reza el titular de la crónica que firma el periodista Juan M. Muňoz desde Trípoli para El País. Suena bien, sin embargo no puedo evitar que se me coja un nudo en el estómago y un escalofrío me trepe por la espalda. Empiezo a leer y la primera frase me deja helada : « Trípoli se parece a Bagdad (...) ». Ahí está, escrito en letras de imprenta. Justo lo que me temía, la pesadilla hecha realidad : antes fue Irak, ahora Libia... pero no seamos agoreros, sigamos leyendo : « en Trípoli la inmensa mayoría de la gente es feliz ». Me alegro mucho, de todo corazón, aunque recuerdo que también los iraquíes estaban exhultantes el día en que acorralaron a Sadam... No les duró mucho, más o menos hasta que Paul Bremer llegó a Bagdad.

Sigue el artículo : « No queremos derrocar a Muamar el Gadafi porque sí. Lo necesitamos para desarrollar el país » y ahí es donde se pone interesante el asunto. Tras una guerra (de la que la opinión pública mundial ha tenido una información intermitente, marcada por la dictadura de la actualidad) se impone una reconstrucción en múltiples y trascendentales niveles. Eso es lo que yo quiero saber, ¿cómo se va a desarrollar Libia ? ¿cuál es el futuro político, social y económico de este país ?

Se presupone que tras 42 aňos de « dictadura » (lo pongo entrecomillas porque según soplara el viento en las grandes potencias mundiales, Gadafi ha pasado de ser socio o amigo a ser el malvado tirano « que mantuvo a la sociedad paralizada de miedo »), el pueblo libio se merece una democracia. Y no cualquier democracia, aňado yo, una « democracia REAL ». Sin embargo, tengo miedo de que no les dé tiempo a implantarla antes de que no les quede nada que gobernar...

Antes de seguir, tengo que hacer una confesión que aclarará la procedencia de mi temor y de mi desconfianza ante los acontecimientos en Libia : estoy leyendo el impresionante estudio de la periodista canadiense Naomi Klein titulado La doctrina del shock. Elauge del capitalismo del desastre (en mi opinión, una investigación de obligada lectura). Concretamente acabo de terminar el capítulo referido a Irak donde se describe con todo lujo de detalles y de datos cómo Estados Unidos arrancó de las manos del pueblo iraquí su futuro, sus recursos, sus ansias de democracia y, por su puesto, su gobierno y lo que éste contenía, gestionaba, o representaba. Hasta el día de hoy, se mantiene la « ocupación » y la resistencia iraquí no ceja en su empeňo de recuperar el control de su país y de su futuro.

Con estos antecedentes tan cercanos y recientes, me resulta imposible no plantearme este paralelismo. Más aun tras escuchar las declaraciones de un portavoz del CNT (Consejo Nacional de Transición libio) en las que describe sus relaciones con EEUU y otras potencias mundiales de « estrecha amistad ». Cuidado, cuidado... me nace decirles. Sean precavidos, nadie da nada a cambio de nada... Pongan a buen recaudo su petróleo, que estos amigos tan simpáticos vienen con sed de oro negro.

Nadie da nada a cambio de nada... Y el pueblo libio, sin haber terminado de pasar la página del régimen Gadafi, ya empieza a tener cuentas pendientes con varios acreedores : la UE, la ONU, el Banco Mundial y otros actores internacionales. No lo digo yo, lo dice la prensa:

Especial atención merecen el cuarto y el séptimo párrafos ; me gustaría mucho poder leer esa « Hoja de ruta » y ver en qué consiste esa « nueva Libia » de la que hablan. Supongo que a los libios también les interesará... aunque quizás no tanto como sobrevivir a esta guerra civil en la que están inmersos.

Y si aun nos quedaba alguna duda acerca de cómo será la Libia del futuro... ahí está el jefe del CNT libio para tranquilizarnos...


De ahí el miedo y la desconfianza. De ahí esta reflexión que no pretende ser ni exhaustiva ni objetiva pero que sí persigue un objetivo : invitaros a mantener los ojos puestos sobre este asunto, la reconstrucción de Libia, pues estamos en un punto crucial del proceso. Ya lo dijo un delegado en la conferencia « Reconstruyendo Irak 2 » celebrada en Washington D.C. Y recogida por Klein en su libro : « El mejor momento para invertir es cuando la sangre todavía está fresca » .

El futuro para Libia comienza ahora... esperemos que también para el pueblo libio.

22 ago 2011

Bienvenido al rincón de mis pasiones.


Disculpen el desorden
pero es que no encuentro la manera
de mezclar las letras con las bombas,
las utopías con los noticieros,
la ética con el arte
sin que se me desborden los estanques.

No encontrarás ninguna imposición o censura,
tan sólo te pido que contribuyas a dejar este lugar mejor de lo que lo encontraste...